Los gatos y la luna
Un gato con un sueño imposible y una luna que parece más cerca de lo que está. Un relato breve sobre anhelos, locura… y el poder de una idea.
(RELATO CORTO)
1/27/20241 min read


—Buena noche para salir de caza, ¿no crees? —preguntó el gato pardo acercándose con sigilo entre los tejados.
—Todas lo son —respondió el gato de particular color azul en tono condescendiente, sin apartar la vista de la enorme luna llena que dominaba el paisaje nocturno.
— ¿Por qué miras tanto a la luna?
— Quiero ir hasta allá, escuché a mis humanos decirle a su hija que era de queso. ¿Te imaginas la cantidad de ratones que podría cazar ahí?
— ¿De queso? Yo siempre la imaginé como un gran plato de leche.
Ambos gatos se relamieron, y disfrutaron juntos de la vista.
— ¿Y cómo piensas llegar hasta allá? — preguntó el gato pardo mientras se lamía una pata.
— Fácil. Esperaré a que acabe la noche, y cuando la luna esté casi tocando el horizonte, correré con todas mis fuerzas y saltaré. He estado practicando.
Su amigo se maravilló, nunca se le hubiera ocurrido que podría ser tan sencillo. Esa misma noche el gato azul se fue a cumplir su sueño de llegar a la luna. Nunca regresó.
El gato pardo, con la absoluta certeza de que su amigo había cumplido su objetivo y que ahora debía pasársela de festín en festín, corrió el rumor entre los demás gatos. Y desde entonces, los gatos que se escapaban de casa lo hacían para seguir los pasos del gato azul que llegó a la luna.