La terrible fiesta de cumpleaños
Una niña convierte un inocente pasatiempo, en un hábito perturbador. Un breve relato de terror.
(RELATO CORTO)
2/9/20241 min read


Vania era una niña que adoraba hacer sus propios juguetes. Peluches, marionetas, muñecas… aplicó todas y cada una de las técnicas de costura que su madre le enseñó antes de enfermar gravemente. Tiempo después, empezó a aprender más sobre medicina y biología, influenciada por su padre veterinario, aunque nunca dejó de fabricar sus juguetes.
Lo que al inicio era una cualidad admirable entre su familia, se convirtió en preocupación cuando, al morir su pequeño hámster, lo disecó y convirtió en uno más de su colección.
Su padre la castigó y prohibió volver a hacer eso con animales.
Vania se lo tomó muy literal, pues para su fiesta de cumpleaños, decidió añadir solución de cloruro de potasio, que extrajo de entre las cosas de su padre, a la comida. Todos sus parientes presentes, de grandes a pequeños, cayeron inertes en la mesa. Ella tomó sus cuerpos uno a uno y, con esfuerzo, repitió el procedimiento que había efectuado con el pequeño roedor.
Luego de unas horas de trabajo, estaba toda su familia en torno a la mesa, con una amplia sonrisa de oreja a oreja, literalmente, y aún con manchas resecas de sangre que no había alcanzado a limpiar bien.
—Ahora sí, nunca nos cansaremos de jugar juntos.