La persecución

Un hombre es perseguido por la policía, y no sabe por qué. Un breve relato con un giro inesperado.

(RELATO CORTO)

2/13/20241 min read

Danny pisó el acelerador hasta el fondo y esquivó con dificultad los demás coches, sin dejar de ojear el retrovisor. A quinientos metros de él, una patrulla lo seguía con la sirena encendida.

«Maldita sea, estoy perdido», pensó. Dobló como fiera en una esquina para escabullirse por el callejón, llevándose por delante contenedores de basura y por poco a un perro sin dueño.

La adrenalina le nublaba la vista, a tal punto que en una arriesgada maniobra, se subió a la acera derribando en el camino un paradero de buses. Las personas saltaron para ponerse a salvo, esquivando de milagro al desbocado vehículo.

El coche, humeante, comenzó a traquetear. Los reiterados impactos con buzones, contenedores y carteles lo habían lastimado, hasta que dio su último aliento en una nube negra y espesa proveniente del motor.

—¡Soy inocente! ¡Juro que no me di cuenta! —exclamó saliendo del vehículo, con las manos en alto. «Tanto lío por haber salido del estacionamiento sin pagar?», pensó.

—Vinimos a devolverle sus documentos —dijo el policía, con la cartera de Danny en la mano—. Olvidó esto durante el robo de banco del que fue rehén. Pero ahora queda detenido por daños y perjuicios, y como sospechoso de complicidad con los asaltantes.